Obesidad y trastorno mental a menudo van unidos. Subyacente a la obesidad, podemos encontrar trastornos mentales como la ansiedad y la depresión. Según los últimos estudios, el 31% de los pacientes que presentan obesidad sufren ansiedad y el 35% tienen antecedentes de un trastorno depresivo.
La obesidad puede ser fruto del malestar emocional o la misma obesidad puede dar lugar al trastorno mental.
Cierto es que la mala alimentación y el sedentarismo pueden provocar obesidad pero la gran mayoría de veces, bajo los kilos,encontramos un padecimiento o un mal gestionamiento de nuestras emociones. Si tratamos el problema de base podremos afrontar la obesidad y será mucho más fácil cumplir las pautas dietéticas y recuperar nuestra autoestima.
A menudo, la obesidad es consecuencia y no solo causa del malestar emocional. Podemos entenderla como síntoma que nos indica que hay algo que no está funcionando adecuadamente en nuestro interior. La terapia psicológica puede ayudar a combatir la obesidad y solucionar el problema de base.