Hoy en día, se propicia un pobre desarrollo emocional en los niños. Estos pasan más tiempo jugando solos en casa, con ordenadores, televisión u otras distracciones que los llevan más al aislamiento.
Se ha perdido la costumbre de jugar en la calle y compartir momentos de juego con sus iguales e incluso con los mayores, a la vez que pasan más tiempo solos debido al trabajo de ambos progenitores.
Incluso ya desde bebés, los niños pasan más tiempo en sus cochecitos que en contacto con sus padres, debido al poco tiempo de estos, la poca atención que les dedican y por creencias erróneas sobre el desarrollo de la autonomía del niño…
Estos ejemplos, entre otros, favorecen un pobre desarrollo emocional en los niños, además de asociarse a la ansiedad, depresión y conducta agresiva.Pues los primeros años de vida, en especial de 0 a 3m es de vital importancia que haya una buena vinculación afectiva con el niño y que se le estimule al descubrimiento de su entorno y se propicie su aprendizaje.